Es cierto que el auge de los vehículos eléctricos se ha dado especialmente en los últimos años, sin embargo, éste no es un invento contemporáneo y mucho menos futurista.
Fue en el siglo XIX cuando aparecieron los primeros prototipos de motores eléctricos, y para principios del XX este tipo de vehículo se fué convirtiendo en la primera alternativa para trayectos urbanos en muchas ciudades europeas y norteamericanas. Los taxis de algunas de ellas, también apostaron por esta tecnología, como los famosos “colibríes” de Londres, conocidos así por el característico zumbido que producían sus motores.
Sin embargo, el impulso duró poco ya que tan solo unos años más tarde estos vehículos fueron olvidados durante largos años. El descubrimiento de nuevas reservas de petróleo y la producción en masa impulsada por Ford, posicionaron a los vehículos de gasolina en una opción más económica y rápida, sobre todo para cubrir trayectos de larga distancia.
Con el tiempo, la difícil situación medioambiental, los altos índices de contaminación en diversas ciudades y la constante lucha contra el cambio climático, han generado una urgente necesidad en la sociedad por promover una movilidad eléctrica y sostenible.
Actualmente los vehículos eléctricos representan el 10% del total de vehículos en circulación, pero para el año 2050 se espera que los eléctricos dominen con superioridad el mercado en un 70%. También se espera que los vehículos eléctricos representen un ascenso de la economía global de hasta el 7% para el 2030, lo que rondará los 46 mil millones dólares para el 2050.